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lunes, 6 de octubre de 2014

El precio de todo y el valor de nada

Cholo Brenes
cb47ypico@outlook.com

Hace unos años cuando comencé a escribir para la prensa, el primer artículo lo titulé “El mundo cambio”. Como es lógico suponer el título definía el contenido. Todo estaba cambiando, menos una en la cual no se había producido el cambio: La televisión. En las últimas semanas comienza a darse algo que no llegaríamos a entender hasta hoy.

No sé si esta expresión existe: “En la variedad es que está el gusto”, pero ya la dije. Las variedades al mediodía cada día más se están desfasando. Unos se dedican a presentar grupos o cantantes con los cuales les dan trabajo al staff de sus bailarines.

Todavía no me explico cómo mantienen el gasto diario de su programa.

Otros huyéndole al alto costo de la vida y en consecuencia a producciones muy caras, se ven obligados a crear.

Para ello colocaron una producción ágil y de bajo costo en donde se cruza la variedad (elemento tradicional), el elemento social de ayuda a sus televidentes, política y denuncias de hechos Non santos., entre otros. En pocas horas de vuelo he venido viendo cómo el nuevo Show del Mediodía se coloca en primer lugar de audiencia y por mucho, pensado a obligar a ver a todo un rango de la audiencia pensante, a partir de los 25 años.

Basta con seguir el trabajo de Dolphy y Julio, sin mirar mucho se realza una superación, sin tener que alabar al propietario del canal y a sus productores.

Lo que sucede es que hay gente que es capaz de comprar el talento al precio que sea ignorando el valor del mismo.

Como dice Oscar Waill, hay personas que tienen el precio de todo sin saber el valor de nada.
Seguramente ahora los asalariados en la prensa o en la televisión tal vez juzgarán en público el valor de estas ideas, pero por el valor de la misma tendrán que compartirla en privado. En este medio hay personas que con todo los diplomas y anillos no dejan de ser chapiadores.